La ausencia de realidad en tus ojos
me hacía sentir una cierta nostalgia
por la calidez de los días.
No había nada a lo que agarrarse
ni siquiera una línea
que dibujase el paisaje.
Tu mirada atrapada
en el recuerdo de viejas amigas
paseando sus terciopelos
más allá de la nada.
Disimulabas tu apetito
hablando a la deriva
y echabas el ancla
del barco imaginario.
En aquéllos días
las pocas madres que quedaban
amamantaban de confusión los silencios
que habías guardado en una caja de
zapatos.
Sabías que nada volvería a ser como
antes.
2 comentarios:
Me tocaste el alm
Presencia del ser amado ausente
La vida es dura con algunas personas
Yo lo sentí así
Besos
No, no lo digo... aunque, a veces, lo pienso. No, no voy a decírtelo... ¡pero lo siento!
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