Así

A veces los días asoman lentos
y los minutos caen plomizos.
Otras, como jinetes a lomos de berberiscos
mientras tus ojos siguen el ayuno de la travesía.
Uno tras otro, pasan los días como obra de arte
que contemplas desde la improvisación.
Hoy representas el papel de buen espectador....
y a su vez el principal actor

BREVEDAD

De tantos cíclopes sin ausencias
en aquéllos días en la oscuridad de la cueva
- enterraste lo recuerdos que no fueron compartidos -
Quizás fue un acto de redención ocultar las miserias
en aquél lugar donde el corazón no latía.
Eras el actor perfecto...
el pescador paciente
un cazador furtivo.
La elocuencia de tus palabras
iban de arriba abajo
caían sobre su propio peso.
Todo tu eras imaginario.

REFLEXIÓN

La ausencia de realidad en tus ojos

me hacía sentir una cierta nostalgia

por la calidez de los días.

No había nada a lo que agarrarse

ni siquiera una línea

que dibujase el paisaje.

Tu mirada atrapada

en el recuerdo de viejas amigas

paseando sus terciopelos

más allá de la nada.

Disimulabas tu apetito

hablando a la deriva

y echabas el ancla

del barco imaginario.

En aquéllos días

las pocas madres que quedaban

amamantaban de confusión los silencios

que habías guardado en una caja de zapatos.

Sabías que nada volvería a ser como antes.   

EL VIEJO MUNDO

EL VIEJO MUNDO
Tus ojos son como la noche
cuando despierta sobre el desierto.
Ocultan el recuerdo de los días
para preservarlo de la sequía.
Tu mirada llena la oquedad profunda
que habita los cuencos de las manos,
como cuando el océano
vive por segundos en tu garganta
y se desparrama por tus labios
que se resecan...
y pronuncian como el viejo mundo.

EN SILENCIO

En aquellos días que el color de la naranja

asomaba tímido sobre la copa del joven olivo,

perdí la huella de tu aroma,

la sonrisa tantas veces contemplada.


En aquéllos días guardaba el silencio

en la humedad de mis labios.

Algunas palabras rozaban tu ojos

ojos de mirada pálida...

cuando todo callaba

BAJO LA BÓVEDA CELESTE

Tantas veces
bajo la torre...
bajo la fría torre ojos luna.
Piedra sobre piedra
donde resbalan los días de lluvia.
Las huellas del pasado
nos persiguen
como persigue la noche a la luna
o el niño tras su pelota.
Tantas veces
bajo este cielo
donde lo que ves es un reflejo...
y tras el día la noche
y tras la noche el día.
Nada concluye porque
nada nuevo comienza.

EQUILIBRSITA

EQUILIBRISTA

No sé cuántas monedas perdidas en el camino
ni cuantas llaves en el olvido de una mesa
ni lentes despistadas
en los bancos de alguna estación.
No he contado las palabras
colgadas en el aire
ni tan siquiera los desaires.
No he pesado los te quiero,
los te amo...
no he medido los cariños.
Sin embargo....
he recogido monedas en el camino,
rescatado llaves de algunas puertas
y alguna lente prestada
para descifrar algún código secreto.
Palabras que me enseñaron
a guardar silencios.
El arte del equilibrio
¿puede ser un sentimiento?

INCERTIDUMBRE

Muebles de aquí para allá
como si así cambiara el mundo.
Subo, bajo, bajo, subo...
así, como a quien le sobra energía...

En un pis-par me limpio el sudor de la frente,
a todo esto,
llega el padre con el pan de a diario
no lo trae bajo el brazo que estamos en verano....

Budy, la mascota me mira en silencio...
y yo, que no callo...
le cuento historias en verso....
que digo... que dicen... que digan..

TODOPUEDESER

INTERPRETACIONES

La fluorescencia de algunos cuerpos
nos sorprende...
como las historias que aprendemos de niños
nos sorprende...
como los recuerdos que guardas en la caja de la memoria
para que algún día alguien cuando tu no estés
la abra y se sorprenda por no tener capacidad de sorpresa.

PASAN LOS DÍAS

PASAN LOS DÍAS

Pasan los días
civilizaciones enteras

el reloj de arena
sobre el topacio
repite las horas...
una, dos tres,
una, dos, tres,
sigues corriendo por el mismo bosque
mientras el sol cae sobre la misma piedra.
Pasan los días
el sueño se pierde junto a los helechos
la lluvia hace surcos en los cuerpos
cuerpos que son arroyos.
Pasan los días,
pasan los días
sobre la flor de loto
y tu...
sin poder cruzar la orilla.

SIN RISAS NI LLANTOS

Tiempo hubo de penumbras
de marchitos caminos desolados
y llantos, y risas
solo eran ceniza...
sin embargo en la magia del aire
y sus hilos musicales
florecieron la higuera
el naranjo, el almendro...
las estaciones
con su modo y en su tiempo.
cuando despertamos para volver a edificar,
los cimientos de tiempos postreros.
regresaron como un mal sueñoy todo quedó en penumbras.

Y LA NOCHE QUE NO DESPIERTA

Y LA NOCHE QUE NO DESPIERTA

Tantas veces
la tormenta ha golpeado tu puerta
como la continua repetición del silencio
sobre las horas,
como el amanecer pegado a la orilla de tus ojos
sin poder ver las estrellas.

Tantas veces la mirada perdida
en palabras que no regresan
en el día y la noche que no despierta.

Tantas veces
regresas al mismo camino
como el otoño colgado de las ramas del árbol.

EL SONIDO DEL TREN

El sonido del tren

A veces, olvidamos el camino de regreso
o sencillamente no queremos recordar
y fluctuamos como rueda metálica
sin más valor que el de girar.

A veces, los tejados se llenan de nubes
y los gatos se creen de otra especie
y aúllan bajo la luna.

A veces, nos dejamos la piel
en la pared de alguna estación
y no llevamos pasaporte
pero aún así, saltamos
por si la señora esperanza
todavía vive en algún andén perdido.

Marabunta

Marabunta




Escucho una voz...

creo escuchar una voz

en medio de esta marabunta,

de éstos segundos,
de esta crisis,
del vecino golpeando la pared...
(previo aviso)
no vaya a ocurrirseme a mi
colgar a estas altas horas
una obra de arte....

Escucho una voz...
creo escuchar una voz
entre pelota y pelota
porque el deporte nacional de este país
es tocar las pelotas...
con suerte
del que las tiene...

Creo escuchar una voz,
me habla de paraísos,
amaneceres,
de fresca hierba
y negros males.
quiere darme remedio
de chamanes.

Escucho una voz...
creo escuchar una voz
mientras recibo una misiva comprimida
de agradecimientos por recordar buenos tiempos.

Sigo creyendo escuchar una voz...
me habla de desiertos,
escasez de sustancias vitales,
de la nada,
polvo y cemento...
yo solo espero
que pase la distonia
que contrariamente
paraliza mi vida.

YO SOLO QUIERO BAILAR

SOLO QUIERO BAILAR (Fotografía de Germán Gutiérrez)
Para Angeles Marcos

Hay miradas que estremecen...
Yo, solo quiero bailar
mientras los perros en las calles
intentan sostenerse.
Yo, solo quiero bailar
en medio de la selva del asfalto.
Un hombre,
mira sorprendido mi danza,
otro sonríe sin decir nada
y un tercero...
otea lluvia de estrellas
sobre mi cabeza,
mientras a sus pies,
la muerte dormita.
Madres
que no pueden amamantar a sus hijos,
no pierden la sonrisa.
Y yo, solo quiero bailar,
solo quiero bailar,
quiero bailar,
bailar, bailar, bailar...

DISTRAIDO

tal vez no asomó
la claridad de los días
porque tu mirada distraída
se mezclo con la noche.

Simulabas estudiar los astros
mientras a sorbos bebías
una taza de nostalgia.

Era entonces...
cuando tu mirada de búho
trataba de cazar instantes
y la transparencia de las horas
se precipitaban...

Se precipitaban sin la luz del día.
eras como un navegante
que ha perdido su océano,
como hoja sin otoño
colgada a cadena perpetua.

En el extremo de la noche
creías retener la memoria
pero hoy,
los tiempos pasados
te los quitan de las manos.

A LA LUZ DEL CARBURO

Si supieras....
las noches que he vivido
golpeando días...
la oquedad de aquellos días.

Si supieras....
que llamaradas azules
no iluminan la envoltura
bajo las huellas.

Si supieras...
que solo soñaba
con el día del parto
y a pesar del llanto,
pude conocer Aurora.

Si supieras...
que he vivido
al borde del reloj de arena
y a pesar de las noches sin días...
siempre bajo cielo abierto.

Bajo cielo abierto
imaginado el verde de tus ojos...
si supieras...
si supieras.

EMPRENDIMIENTO


Un suspiro aislado en el planeta...
cae...
sobre el único racimo de uvas
que cuelga de la parra.

Océanos cubiertos de soledad
donde el único barco que navega
es de papel...
Ni tan si quiera se ve.

A medida que sigues la ruta
el sonido de un mono aullador
colgado del espacio...
es más lejano.

No quedan recuerdos
para aquellos días...
como tampoco es necesario despedidas
todos regresamos al lugar de la partida.

LOS DÍAS

LOS DÍAS

Recuerdo el plomizo silencio...
romper cuando todo sucede.
Recuerdo cuando mirabas desde lo alto
y veías otra altura sobrevolar tu cabeza.
Cuando el reflejo del pasado
se detenía en tus ojos
para hacerte presa del tiempo.
Era entonces...
cuando pedías un sorbo de vino
creyendo que de ese modo
se endulzarían tus días.