POR SI ACASO

Hoy los abedules
Han crecido por encima de las estrellas,
Los atardeceres acurrucados junto al río
y un grito de dolor recorre la columna

Entra la claridad del día de puntillas
y en la despensa del grano…
Curiosidad; “quienes dicen no creer”
han encerrado dioses y diablos
“por si acaso…”

Recuerdos de fragmentos oníricos
verdades inciertas,
ególatras, egocéntricos
el circo continúa…

Piedra lapidaria,
fusil en mano,
con diez cañones por banda,
o quizás la misma palabra…

Toros y toreros,
gladiadores y leones..
El mismo camino

con distinto calzado.

CAMINOS YA ANDADOS

RECORRER LOS CAMINOS

Hay miradas huérfanas
Que pintan pestañas
en el aire…A veces
una de ellas contiene
todo un desierto
en sus pupilas….

Hay miradas con telarañas
Miran…y no ven nada.

Otras…
son palabras que quedan
envueltas en órbitas.

En un amanecer

pleno de luz

calzaré mis sandalias

y partiré…
partiré sin decir palabra
porque no es necesaria.
.o quizás todas cuelgan
de la rama del árbol..

Cualquier amanecer
robaré tu carro
para recorrer los caminos
ya andados.

JAQUE MATE

Encantador de suaves murmullos…
El Taumaturgo mece palabras a su antojo
Los otoños se rinden a su encanto
mientras él hace un jaque mate.
Ahora tiene el tablero a su pleitesía.
El templo de las evidencias
Abre sus puertas
Y una luna de agua
Se atraganta en la garganta.
Distracción:
Un suspiro congelado
un sueño adormecido
no queda nada en los bolsillos.
.

aleteos

ALETEOS

Secuencia espectacular
aleteos de una mariposa
miradas desde el desván
que tejen el hechizo de la vida.

En la yema de unos dedos
la orfandad se deshace
dibuja puertas

y en ellas destinos

Suave lluvia que transporta
viejas partículas de sueños…
sueños que son realidades…
realidades que fueron sueños…

DESPEDIDA

Tus ojos se alejaban…
Y las palabras quedaban colgadas
como hojas que bailan
en un otoño marchito.

Era la estación
de nuestra postrera despedida,
mi mirada se nublaba
y no me atrevía a romper
aquél silencio
de promesas de futuro
hechas añicos.
Ya nada tenía sentido,
excepto perdonarnos
lo que hicimos y lo que no.

Fue la juventud del lenguaje
el quehacer diario,
el olvido de las caricias
bajo el sabio olivo.
Noche de tinieblas
donde el resplandor
de unos labios serenos
es un mito.

Necesito estar
a la altura del momento:
Sigo amando lo que fuimos
y aún me tiembla el pulso
cuando te pienso,
pero las vidas se distancian
y las historias concluyen.
Ojalá consigamos
no apagarnos definitivamente,
al fin y al cabo
supimos ser felices...
Así que hagamos un esfuerzo
por no traicionarnos
del todo
en este interrogante de futuro
donde yo no estoy
y tú te habrás marchado.

Mis pasos son como esas tardes
largas de verano, inacabables....
Mi sendero no tiene altos ni bajos
el equilibrio se mantiene por sí solo,
nada concluye en el amor.
El esfuerzo hace pesado el camino,
vivamos el pasado y el futuro
en éste instante eterno de amor.

Todo está preparado
para la marcha
en pos de forjar nuestro destino:
Te deseo que lleves contigo
el sol revitalizante del verano,
la suave lluvia del invierno,
la música del viento,
los rumores francos del mar,
y un afán de libertad
que rompa los moldes
de la memoria
para hacer más felices,
legítimos y ciertos
los años que quedan por venir.

Encuentro poético escrito a dúo por Pacogor y Sedemiuqse

REVOLOTEOS AL VIENTO

Bajo el color de la tierra junto al río
un suave resplandor intentaba hacerse ver.
Se podía escuchar el silencio de la aurora blanca
el río contenía cientos de miradas ciegas….

El pensamiento levitaba hacia unas casas
situadas al oeste y el sol rompía de cuajo
La esperanza de airear lunas perladas
Y el corazón por un río helado navegaba sin ilusión.

La vida es una estrategia donde las dudas son metralletas.

AL amanecer correrás por la orilla del río
y veras el nido del ave vació
No habrá más peso sobre tu espalda.

OBSERVACIONES

Anhelaba el regreso del viento
y observar esa triste sonrisa
que las piedras asoman cuando
comienza hacer frío.

Revoloteaba en el aire
una frágil línea de palabras
el corazón negado al vacío.

Una bella fragancia de amor
pegada a tus ojos.

Era entonces cuando
posaba en tus labios
la tibieza natural de mi empeño
y dejaba el silencio
entre lirios
que se abrazaban
como una madre y su retoño.