SOL DE SOLES

Quería sentir
el vuelo de la paloma
y alzaba sus pies
que volvían a caer
como designio
de un papel promesa
como imán que atrae
el cuerpo hacía la esfera.
Caminar sin dar un paso,
el túnel de las miradas
espera sereno la llegada
de tus pupilas negras.
Anhelas el vaporoso
viento del otoño,
el receso de las hojas.
Por encima de la densa nube
que sombrea el bosque
está el sol de soles
esperando tu regreso.

Entre la noche y el día

Hoy tus dedos
cómplices del viento
acarician las estrellas
de tu pequeño universo.

En silencio cuentas los sueños
que cuelgan del naranjo
y la ilusión se fosiliza
en tus pupilas.

Hoy se pierde
La lluvia de plata
que cae por el cristal
de tu mirada.

La voz del sueño
que yace junto al lago.
El día que clarea la noche
y la noche que oscurece el día.

EL OLVIDO DEL NUEVO RETOÑO

El Olvido del Nuevo Retoño

Tus manos son cuencos de barro

que guardan los otoños y esperan

que vuelvan las primaveras

con el sueño de la estrella que dejaste

de niño apagada en el río.

No quieres perder las hojas

que un verano vistes colgadas

del árbol de tu juventud airada.

Y mantienes escaso el amor

y sustentas el deseo

como gato en el tejado.

Tus ojos son un túnel

por el que atraviesan las luces.

El cántaro de los recuerdos

que guardabas en un rincón

de tu alcoba se ha roto.

Sólo quedan las hojas secas

en los cuencos de tus manos

y olvidas los nuevos retoños

que cuelgan de las ramas del árbol.

CON SOLO SENTIR

CON SOLO SENTIR

No he contado
las flores de azahar
que caen en el jardín.

Los ojos de la piedra
no lagrimean
solo la lluvia
humedece su larga espera.

Hoy los mitos
no están de órdago.
y en las laderas
desparraman sus sueños
como el mantel se extiende
en una tarde de verde merienda

El viento se ha llevado
las flores del árbol
y una espiral de color indefinido
se ha tragado el sol.

Los amarillos están ausentes
y los hechizos tendrán
mañana respuesta.

No hay rastro a seguir
para el caminante
ni distancia entre orillas
cuando miras al horizonte
ya estas en él.

ESPEJISMO

Tus ojos miran complacientes
la copa de vino sobre la mesa.
te crees tan poderoso…
que de un sorbo
te bebes la esperanza
de miles de miradas

Un espejismo de ilusiones
danzan en tu mente…
torbellino de imágenes
vestidas de soles
miran tu semblante
y te engañas y sonríes.

Dentro de la selva.
bajo los verdes matorrales
espinas que se clavan
en la planta de los pies.

Quieres ver las estrellas
desde otro horizonte
y dejas en la tierra
el sueño que abrazas
y un fino hilo de lágrimas de plata.

POR TU GARGANTA

POR TU GARGANTA

Canta la chicharra por las mañanas
y los tambores de la tribu suenan
como la voz del silencio
que nace de tus labios.

La madre del fuego muele el grano
que orillea los campos
dibujados por soles agotados.

Sobre la siembra abejorros
que vuelan desquiciados,
perdidos y desmemoriados
sin saber lo que buscan.

El silencio es como un río de luces
una fuente inagotable de esencias
que hoy navega por tu garganta.

LA MIRADA DEL BÚHO

Un amanecer de tormenta
con labios de lluvia plomiza
cae sobre el alma del río.
Desde la higuera los ojos del búho
observan como los recuerdos
se disipan con la niebla.
las palabras perdidas en el diario de la vida
solo queda la soledad del silencio.

EL CAMIINO

El techo lleno de luz

desprende sobre tus manos

estrellas de colores

eternas hechiceras de resplandor.

La juventud de tus ojos

tu mirada como blanco azahar

donde el sol entrega

sus primeros rayos.

En las páginas de un libro

las letras duermen

para ser despiertas

por primera vez…

Caminas hacia el interior

de los sentidos.

Atesoras riquezas en el círculo

de la existencia.

Tuyo el llanto y el suspiro

de otros labios.

cómplice del camino

que has andado.

RETAHÍLA

Cuanta liturgia en el silencio

la delicada mano de la soledad

atrapa las palabras sin expresión

y las encierra como canto pasajero

del ave migratoria que deja los nidos

a merced de un clima dirigido

por mentes opulentas que dominan

la caída de las hojas…

la ausencia de lluvia,

los mediodías sin sombras.

Tanta liturgia en el silencio

Tantos susurros de extrañas letanías.

LA VOZ DEL SILENCIO

Ves las estrellas a pleno día
y echas a correr tras ellas.

Tu mirada como cristal
se clava en el cielo
que derrama lágrimas
en tus labios náufragos

Dime
que sería de tus ojos
si no viesen las estrellas,
si tu boca fuese laguna
de letras huérfanas.

Dime
que sería de la imaginación
si fuese un campo
sembrado de olvido
un desierto sin vistas al oasis.

Ilusión…
Cuando tu nombre
nadie pronuncie
cuando este juego
se quede sin aliento...

Subiré a la montaña
a clamar al viento
con la voz del silencio
que solo el amor siente.

Volverán los recuerdos
que habitan el olvido.
La memoria sabe
que el tiempo no existe…

Ver el universo
brotar como hoja
en la rama del árbol
y al árbol como un espejo.

Y LOS BRAZOS DEL OLVIDO SE ALEJAN

Hoy el universo
es compás de tu guitarra
y tu voz quebrada…

Ojos atrapados
en el espejo del tiempo
observan la danza del viento
bajo la suave lluvia
que refresca los sueños.

La vieja mirada
grabada en el adobe
como palabra que no fue dicha
pero si sostenida en tus labios.

Aquélla piedra de molino
con las huellas de tus manos
está en el jardín de los recuerdos.

El río sangriento y la tierra dañada
no pueden abolir tu cintura
y los brazos del olvido se alejan
como vagabundo sin aliento
como estela en el cielo.

LA NOCHE HA CAÍDO EN TUS DEDOS

Como lluvia fugitiva

la noche ha caído en tus dedos

La luz se ha encendido en el cielo

y no ves las estrellas.

Cada luna que visitas en tus uñas

es una aventura en tu boca sibilina.

La palabra juega a clarear el día

y el día solo quiere besar la noche.

Lanzas al viento el laberinto de tus letras

y no embelesa el agua de la fuente

sigue el desconsuelo de la idea

que fluctúa las débiles mentes.

Las nubes han quedado desiertas

y el almendro regala su flor al otoño

la higuera da fruto a su antojo

y tu, tu cierras los ojos.

LA DULCE COPA

"Poema evocado por El Poeta Frank Ruffino"

LA DULCE COPA

Hoy no pisas la alfombra del mundo
tus pies tienen el azul mar.
Te abandonas al cansancio y al dolor
con una copa de elixir en tu mano
que llevas a tus labios.

Tu garganta es un río quemado
una hoguera donde arden las penas
tu mente trasciende sin limites.
Tejes una red en el espacio
Y desde tu lienzo observas…
Observas el caminar de las hormigas
comprendes que la esperanza
sin ellas no existe
y no quieres balancearte mas
en el trapecio de la vida.

Sedemiuqse (Carmen Molins)

DONDE TUS OJOS ALCANCEN

Quizás el universo sea

un campo de amapolas

un pétalo rojo flotante

en el océano.

O un suspiro que recorre

los misterios de tu garganta seca

como arenilla del desierto.

O blanca sonrisa

que camina por la orilla del río

donde un día se bañaron las estrellas.

O celeste mirada

que descifra la memoria

de lágrimas insonoras

sin padre, ni madre.

Tal vez el universo de universos

esté en tus ojos ingrávidos

en una sola palabra

en un solo verbo.