Miras un horizonte un horizonte que se presenta a tus ojos maravilloso y dejas que la ilusión te embargue y sabes que no existe Como ese tu mar que alimenta olas sin amarlas y la ola sabe que es arrastrada una y otra vez. Como avestruz ingenua que el llanto derrama en pradera seca. Es inútil volar si tus alas están rotas Mirar tras la ventana y saber que nada es real dejas tus sandalias en la tierra y te alejas…te alejas amando un horizonte que nunca existió.
Besos de lluvia sobre la flor de lis renacen los colores de la nada inexistente y el silencio se aproxima a las tinieblas y las tinieblas se hermanan con la luz. Como el globo de un niño que estalla Y los astros de su mirada se amalgaman al oxigeno… Y tu no ves nada… No ves nada.
sonrisa de luna son tus labios perlados tus pensamientos mágicos fragmentos y tus sentimientos unen las orillas del deseo dedos de papel esperan la danza de las letras y tus pupilas dilatadas son lluvia de estrellas. Como vergel en el desierto tu corazón aflora Duerme la sequía en la estación de los ocres Se van los verdes del otoño para dar color a los desiertos
Como la tormenta y la calma que se besan en la orilla de tus labios donde la luz y oscuridad son el vértice de tu lengua y el oasis es el silencio de tu mirada donde todas las notas confluyen
En las noches heladas de pensamientos y corazones rotos. Ráfagas de silencios visten La desnudez del alba La palabra no se oculta tras los labios La lengua conjuga sílabas que languidecen Como artista derrotado que no puede vencer las emociones. ningún silencio enturbia la mirada del alma.
Como olivo silvestre que espera la desnudez de la noche y la noche llega vestida de estrellas. Como labios de jazmín besando vientos bajo el crepúsculo y el albor llega y se mezcla con el aroma del viento.
Son tus párpados refugio de ortigas y tus ojos melodía de violín La ausencia del olvido son lágrimas,
Sentarse y esperar a que el sol ciegue tus ojos Vivir sabiendo que no eres una hormiga Y te culpabilizas por no ser un insecto… Te arrastras al suelo te mezclas con el lodo Para que los ojos de la oscuridad no te vean. Vivir esperando el reencuentro y cuando llega.. No te reconoce entre tantas tinieblas. Me abrazo al silencio y me fundo a la piedra.
Tus ojos como órbitas buscando horizontes Como abejas recolectoras sin primaveras sin mieles que protejan el sabor amorgo de una vida insatisfecha no hay escenario donde vomitar tu falsa genialidad… caminar sin buscar horizontes correr por tierras ocres sin mirar atrás cruzar mares sin importar las horas ni los días caminar por cualquier sendero hasta caer agotado en un profundo sueño y al despertar saber que al fin has llegado a ningún lugar.
Un grano de arroz en un océano La soledad de una hormiga Un océano almidonado Un río que sueña ser río Un mar de aguas caliente Un soplo que es eterno No hay esferas que soslayen el tiempo La captura de un momento Porque no hay tiempo ni esferas El aquí y el ahora Como el cuco que deja el huevo en otro nido Porque sabe que solo hay un nido Un gran sueño el universo.
Un cántico la noche y el día Un susurro las aguas del río como cuerdas de arpa suenan las ramas del árbol resplandor de miradas en el espacio. Y las sombras del recuerdo Inundan las pupilas que como gotas de luna caen en mis manos desnudas.
La memoria un río de enjambre de abejas que vive junto a las teclas de un órgano que no cesa de sonar
Con mirada de lechuza y lengua de pez la palabra es huérfana en nuestros labios el cariño un puente de pétalos rojos que une las dos orillas.
Estábamos en la cima de la montaña Cubiertos de una densa niebla Abajo nos esperaba la soledad de la palabra. A nuestra espalda dejamos el futuro del mañana. .
Saber que la mirada alcanza más allá del horizonte Llegar donde los recuerdos todavía no existen y un amor profundo que desnuda la palabra de sonido como notas de silencios en el aire Vivir más allá de cualquier ilusión.
Entre primaveras y otoños una delicada pluma roja da vida a los árboles pinta hojas como gotas de amor que caen sobre la tierra el pequeño nativo juega con ave de alas blancas. En tierra de garzas azules hoy pinta pluma roja versos en el aire que caen como dama de noche a la sombra de los árboles.
Hoy el viento huele a olvido llora el amanecer de los ríos que baja escuálido arrastrando la hojarasca que quedó sobre sus aguas de un otoño que languidece como languidece una flor cortada robó el olvido a la primavera la flor de azahar para bañar los ríos donde la musa se lava Y como flor sin pétalos Se pierde, se pierde junto al olvido.
Un sol que abrasa y un océano que ahoga Piedras del cielo que amenazan caer sobre la tierra. Ya no oigo moler el trigo pero el recuerdo acecha. Y la silente mirada del árbol guardando huellas. Tus labios tatuados en el borde de la copa amarga hojas de laurel al viento el amor es el verbo sueño de una mente privilegiada
Cruza el destino el sendero del tiempo Y bajo la estrella una mirada celeste La ausencia peregrina por valles desolados Encontrar un campo de amapolas desenterrar los sueños y vivir en ellos contemplar el horizonte retener en las pupilas la luz de la esperanza.
Gotas de lluvia sobre el río Volveré a la orilla donde el agua de ojos verdes riega lo helechos crecidos bajo la sombra del árbol. Me abrazaré a sus aguas y seré agua de ese río donde el pequeño Nahua lava sus pies descalzos ahora duerme sobre el tronco del álamo. Seré gota de lluvia sobre el río A mi regreso para él no habrá transcurrido el tiempo.